Desde hace más de un siglo el Parque General San Martín constituye de los espacios verdes urbanos más importantes de la tanto por su extensión como por la cercanía a la ciudad de Mendoza. Actualmente abarca 307 hectáreas cultivadas, 17 . recorridos y 82 hectáreas de expansión.
Este símbolo del avance del hombre sobre el desierto caracteriza a la sociedad mendocina en su esfuerzo cotidiano por una mejor calidad de vida.

Haciendo un poco de historia, el origen del gran paseo se remonta al 6 de noviembre de 1896, cuando se sanciona la ley N°19 que autoriza la creación del Parque del Oeste, nombre original del predio.

El arquitecto Carlos Thays, renombrado paisajista francés, fue la persona designada para proyectar el trazado en donde se conjugan la tradición inglesa y francesa propias de la jardinería del siglo XIX.

La entrada principal del Parque está jerarquizada por los Portones, cuyo emplazamiento data de 1909 y están coronados por la figura de un cóndor y el escudo de Mendoza.

El patrimonio forestal con más de 300 especies originarias de América del Norte, Asia, Europa y Australia lo han convertido en un universo vegetal, lleno de calles y caminos especialmente construidos para hacer más placentero su recorrido.

Podríamos considerar al Parque como un gran museo escultórico abierto con más de 34 piezas que decoran paseos y jardines.

Los turistas y visitantes cuentan con restaurantes, camping, churrasqueras, unidades de servicio y servicios de traslados y visitas guiadas a bordo de confortables minibuses.

Enmarcado por una gran variedad de rosales y reproducciones escultóricas se encuentra El Rosedal, un paseo peatonal de estilo francés inaugurado en 1919.

A su vez, esa magnífica vista basa su esplendor en el Lago del Parque, una obra de recreación de gran envergadura que tuvo sus orígenes en 1906 y desde entonces brinda a los amantes de las regatas un lugar donde practicar esta disciplina.
En cualquier estación, nuestro Parque nos espera para brindarnos secretos de la naturaleza que sólo ahí podremos descubrir, con sus riquezas naturales, históricas y artísticas.
HISTORIA DEL PARQUE


A fines del siglo XIX, luego del terremoto de 1861, Mendoza se encontraba con graves problemas sanitarios (epidemias de difteria, cólera y sarampión) y aluvionales (inundaciones). En el proceso de la construcción de la nueva ciudad, la penitenciaría había quedado ubicada dentro de los límites de la misma (en donde hoy se encuentra el Plaza Hotel), lo que también significó otro factor negativo, que necesitaba urgente solución.
En 1895, bajo el gobierno de Moyano, Emilio Civit, Ministro de Obras y Servicios Públicos, promueve la ley número 3 para poblar el Oeste. En ella los objetivos fundamentales eran la reubicación de la Penitenciaría, la defensa aluvional a través de la forestación y la problemática sanitaria. Con este fin se contrató al médico higienista Emilio Coni, con el cargo de Director de Salubridad, quien al cabo de seis meses edita una obra sobre las posibles soluciones sanitarias.

El 6 de noviembre de 1896 se dicta la ley número 19, que es la norma de creación del Parque del Oeste. Se contrato al Paisajista francés Carlos Thays,, autor de otros importantes parques en Argentina (Parque 9 de julio, Parque Sarmiento, Jardín Botánico, Parque Nahuel Huapi) para proyectar el Parque del Oeste.

Los parques y jardines diseñados por Thays ofrecen una amplia gama de variantes en las que predominan las formas curvas y elípticas y un ordenamiento espacial dinámico, rico en perspectivas, asimetrías, con poca rigidez. En ellos se ligan de modo particular la tradición francesa y la inglesa que tan acertadamente había sintetizado la jardinería del Siglo XIX.

El 11 de noviembre de 1896 se presentan los planos del Parque, cuyos límites eran: al Este, el canal Jarillal (calle Bolougne Sur Mer); al Oeste, el canal del Oeste (el cual fue modificado para riego); al Norte, la calle Unión (actual Avda. Emilio Civit); y al Sur, el Hipódromo Andino (Hipódromo del Jockey Club, Hospital Lencinas, etc.).

El proyecto original de Thays abarcaba 329 ha. forestadas y reservaba 70 ha. adicionales para quintas (lo que confirma el propósito elitista del Parque). El Agrónomo Domingo Barrera es el responsable de ejecutar los planos de Thays, trazando caminos, emparejando y limpiando el terreno, creando viveros, delimitando sectores y acequias.

Para las tareas de forestación se debió superar un suelo pedregoso y árido y un clima continental seco (desértico) con grandes diferencias entre invierno y verano. Estas condiciones llevaron a los primeros fracasos: las plantas, colocadas inicialmente sucumbieron ante las condiciones adversas.

El riego se debía realizar, a falta de mejores posibilidades, en agua transportada en carros municipales tirados a caballo, y regar cada planta con balde

La construcción del Parque desata una polémica entre oficialistas y opositores. El gobierno sostiene que el objeto era subsanar las deficiencias sanitarias de ese momento (el efecto logrado fue la purificación atmosférica varios años más tarde), La oposición afirmaba en cambio, que semejante proyecto respondía a fines elitistas y que con una inversión menor se podían solucionar problemas sanitarios más importantes (cloacas, agua potable, acequias).

Las primeras realizaciones fueron el torreón modelo para la cárcel, pabellones del ex Hospital Emilio Civit, terrenos fiscales para el Ejército (101 ha. cedidas a la Nación) y el Tiro Federal (inaugurado en 1897)

En 1899, se instala la primera institución del parque, y es la Escuela Nacional de Vitivinicultura, hoy Liceo Militar General Espejo.

En el año 1900, durante el gobierno de Jacinto Alvarez, se realizan en forma simultánea los bosquecillos, viveros, armado del Zoológico (ubicado en el sector del actual teatro Pulgarcito), y un sector de árboles frutales para obtener recursos para su autosustento.

En 1906, durante el gobierno de Emilio Civit, se introducen reformas en los planos originales del lago artificial; se instala una vía férrea con el fin de sacar la tierra para hacer el lago artificial, y posteriormente se lo recicla para hacer paseos con gente.

En 1897, se da la concesión al Club Rivadavia, y en 1898 al Club Mendoza de Regatas. Por problemas económicos las obras se paralizan hasta la llegada del nuevo siglo.
En 1910 el parque se extiende hacia el Oeste, abarcando el Cerro del Pilar, hoy Cerro de La Gloria. La Banda de Música de la Policía de Mendoza ofrecía conciertos y desfiles todos los domingos en el Quiosco de Música que se encontraba en el predio de la calesita. El parque comienza a poblarse de estatuas con la adquisición de la Fuente de los Continentes (1911), Diana y Endimión (1911), La Agricultura (1913), Caballitos de Marly (1914).

La Sociedad de Damas de la Caridad obtiene 1ha. para la construcción del asilo de huérfanos hoy Monseñor Orzali. Este mismo año se le cede a la colectividad española un prado para realización de sus fiestas.

En 1918 se crea el Rosedal, se adquiere la estatua de La Pureza, la Fuente y las pérgolas, las figuras Lampadarias, El Niño, entre otros ornamentos.

En 1920, se construyen la Dirección de Parques y Zoológico, el edificio que ocupa hoy la Dirección de Recursos Naturales Renovables, donde inicialmente tuvo su espacio la primera radio de Mendoza "L.0.U.", la cual comienza a transmitir en 1925 a cargo de Bradley. En el año 1927 es intervenida y modificada, y el 28 de julio del mismo año inaugura oficialmente la Radio del Parque. Los jueves y domingos transmitía desde el Quiosco de Música, y los martes y jueves desde las escuelas, los días restantes, se transmitía desde la planta a partir de las 21 hs., siendo la más importante del interior del país

En 1922 se concesionan 3 ha. al Club Independiente Rivadavia y en 1923, 3 ha. más al Club Gimnasia y Esgrima, y en 1928 al Nacional Sport Club (hoy Andino Ténis Club). En 1995 se inaugura la línea de tranvía número 3 que llega hasta el parque. En 1932, se le concede al Golf Club 21.5 ha.

En 1933, se crea a el Parque Aborigen con el objeto de tener la flora regional autóctona en un mismo lugar. En 1936, se le entrega 4.000 m2 a la Nación para instalar el Observatorio Meteorológico Nacional. Se realiza la primera Fiesta de la Vendimia. Se comienza a construir el balneario provincial Playas Serranas. En 1937, se construye el nuevo embarcadero del lago.

En 1940, se emprenden nuevas reformas en el Parque, a cargo del Arq. Daniel Ramos Correas. Entre sus reformas, las más destacadas son: suprimir las balaustradas y portones peatonales que no habrían pertenecido a los portones originales, y cercas existentes a lo largo de la Avda. Boulogne Sur Mer. También se trasladó el Jardín Zoológico a la ladera Este del Cerro de la Gloria, utilizando la premisa de dar la sensación de libertad a los animales aprovechando los accidentes naturales del terreno. Como tarea complementaria se plantan 3.000 árboles forestales y frutales, y se construyen dos tanques de 250.000 lt de capacidad para asegurar el riego artificial. Se remodela el Cerro de la Gloria, se crea el Teatro Griego, el Teatro Pulgarcito, etc.

En 1947, por la Ley 1744, se impone el nombre de Parque General San Martín y se cambia el nombre de la avenida Uriburu por Del Libertador.

En 1976, se construye el Estadio Provincial Islas Malvinas, y el C.R.I.C.Y.T.













Ubicacion

-Plano del Parque


Esculturas:

- Los Portones de ingreso

Fue el deseo de dar un acceso apropiado a la magnitud del parque, siguiendo la costumbre de jardines y parques europeos, lo que llevó al gobierno provincial a incorporar estos monumentales portones. Fueron adquiridos durante el gobierno de Emilio Civit a la fundición de “Walter Macfarlaine & C°”, Saracen, Glasgow, de Escocia. Con esta obra el parque quedó desde sus inicios configurado por un espléndido ingreso.

Según consta en registros de gobierno ya en noviembre de 1908 los portones se encontraban colocados. El proyecto de colocación fue realizado por el ing. Juan Molina Civit y la dirección de las obras de construcción del basamento y montaje de los portones quedaron a su cargo. Al año siguiente de su colocación se los elogiaba como una “…grandiosa construcción de fierro fundido, verdadera obra de metalurgia”.

Las obras llevadas a cabo comprendieron también el agregado de dos portones peatonales, fundidos en Mendoza y balaustradas que delimitaban los extremos. Estos elementos fueron retirados durante la remodelación realizada por Ramos Correas a fines de la década de 1930, por lo que los portones que apreciamos actualmente son los que corresponden a la fundición escocesa.
El conjunto se compone de tres portones de hierro, de dos hojas cada uno, unidos por verjas. La abertura del acceso principal posee 6,30 m. de ancho por 6,70 m de alto y las laterales 3,90 m. de ancho por 4,71 m. de alto. Las verjas se encuentran montadas sobre un basamento de piedra (granito) de 0,85 m. de altura. El conjunto alcanza una longitud de 31,50 m. y en su punto más alto 9,40 m. de altura.

La forma de cada portón es recta en los lados y con la parte superior ligeramente curvada. La armadura de las hojas y verjas está constituida por barrotes paralelos y ornamentados con elementos decorativos, con pequeñas variantes en la disposición entre el portón central y los laterales.
En las batientes del acceso principal se encuentra la estilización de columnillas decorativas, gárgolas (animales monstruosos que combinan cabeza de dragón y cuerpo de pez) y cartelas ovaladas, rematando en la parte superior en una crestería formada por hojas de acanto dispuestas en forma de arabesco. En los portones laterales se repiten los mismos motivos decorativos: columnillas, gárgolas y hojas de acanto, rematando en la parte superior por motivos de estrellas y lunas. Las rejas que unen los portones están decoradas en la parte superior con estrellas y lunas alternadas.

Cuando fueron colocados se incorporó en la crestería de cada portón el escudo de la provincia, y en el principal la figura de un cóndor con sus alas desplegadas, otorgando así un simbolismo altamente representativo de Mendoza.

Durante muchas décadas se pensó, tal como afirmaba Gerónimo Sosa, que los portones habían sido encargados por un sultán árabe, Abdul Hamid II, y que habían quedado sin retirarse de fábrica porque una revolución lo había obligado a abdicar, lo que otorgó la oportunidad al gobierno de Mendoza de adquirirlos. Sin embargo, la documentación histórica indica que la compra se realizó con anterioridad a dicha revolución.

Originalmente los portones se encontraban pintados en negro y dorado, pues así lo testimonió el viajero francés Jules Huret, que visitó la provincia en 1909. Sin embargo durante mucho tiempo estuvieron pintados de verde, hasta que en la restauración llevada a cabo a mediados de 1990 el arq. Ricardo Ponte optó por volver a los colores originales. Desde entonces podemos apreciar ampliamente los detalles decorativos de este magnífico conjunto.








-Fuente de los Continentes

De acuerdo a la documentación histórica encontrada, en 1910 el gobierno ya había adquirido esta fuente ornamental. La obra, proveniente de la fundición francesa “Val d’Osne” fue comprada en la casa importadora A. Moteau de Buenos Aires, que poseían la representación de la firma francesa.

El 31 de diciembre del mismo año el gobierno provincial autorizó mediante un decreto firmado por el gobernador Rufino Ortega (h), el pago de $ 9.350 m/n, a la casa A. Moteau de Buenos Aires, en concepto de pago de la piscina de la “Fuente Monumental” para el Parque del Oeste.

El tema principal es la representación de los continentes: América, Asia, Europa y África. Deja de lado Oceanía que hasta poco tiempo atrás estaba considerado parte del continente asiático. Sigue los motivos característicos de las fuentes ornamentales europeas de los siglos XVIII y XIX.
En la parte inferior se ubica un espejo de agua, conformado por una pileta de forma circular de 19,5 m. de diámetro. Sobre el agua se encuentran distribuidas cuatro figuras de sirenas que sostienen caracolas.

La segunda pileta es de hierro, con cuatro vertederos con mascarones. En el centro de esta pileta cuatro atlantes sostienen un plato cuatrilobulado que posee 5,40 m. de diámetro. Están alternadas dos figuras femeninas y dos masculinas. Cada figura es diferente y están acompañadas por dos putti (amorcillos).
En la fuente se destaca la forma hercúlea de los atlantes, que se encuentran majestuosamente sentados. Poseen una gracia y plasticidad exquisita. Levantan sus brazos para sostener el plato, mientras los amorcillos juegan a sus lados. Las figuras están resueltas dentro de un clasicismo académico de notable fuerza expresiva, con gran refinamiento en las fisonomías, notable tratamiento anatómico y en el movimiento de los paños que las envuelven. El plato posee en su parte inferior un elaborado trabajo de relieves de motivos florales.

Sobre el plato mayor se ubica uno de forma circular y de dos metros de diámetro, sostenido por cuatro niños: dos femeninas y dos masculinos. Los niños tienen una posición desenvuelta, se giran y voltean creando un ritmo de suaves curvas. En la base donde se asientan se encuentran, en francés, los nombres de cuatro continentes considerados: América, Asia, Europa, África.
En la parte superior un surtidor esparce el agua hacia arriba. Este último es el punto más alto de la fuente: 9,60 metros, medida relacionada con el diámetro del plato inferior.

La “Fuente de los Continentes” constituye un notable ejemplo de los métodos de reproducción en hierro trabajado mediante vaciado en moldes, justamente por la calidad plástica y refinamiento de las figuras y motivos ornamentales.









-Los caballitos de marly

En el acceso al Parque, al trasponer los portones, se ubican estos dos grupos escultóricos -caballo salvaje y domador-, uno a cada lado de la avenida. Han sido colocados de modo que las figuras y caballos se encuentran dando la vista principal a la avenida que corre en medio. Los conjuntos escultóricos, de 1,90 m de altura cada uno, se alzan sobre basamentos de 4 m. de altura.

Constituyen una reproducción de “Los caballos de Marly” que habían sido realizados por Guillermo Coustou para adornar los jardines del palacio de Marly y fueron colocados en 1745. El castillo fue destruido durante la revolución francesa y las esculturas se trasladaron en 1794 a la plaza de la Concordia de París, en el ingreso a los Campos Elíseos. Actualmente han sido reemplazados por copias y los originales se conservan en el Museo del Louvre.

La copia de los grupos escultóricos mendocinos fue encargada por el gobierno provincial en 1911 a la firma francesa de Sahores y Ojeda de París, y fue ejecutada por el artista Berthier. El contrato fue aprobado por decreto del gobernador, Rufino Ortega (h). En éste se convenía la realización de la "reproducción en mármol blanco de Carrara, de primera calidad, de los ‘Caballitos de Marly’, con destino al Parque del Oeste”. La suma fue convenida en treinta y cinco mil francos pagaderos en tres cuotas.
Cada grupo está conformado por dos figuras: un caballo y un domador. Aunque es el mismo tema se diferencian las posiciones y formas, tanto del caballo como del domador, otorgando así variedad al mismo tiempo que unidad al conjunto.

Los caballos se espantan y agitan con frenesí ante el domador. Por su lado, los domadores hacen gala de su fuerza y energía por dominar la naturaleza salvaje de los animales. Debido a que se espantan y encabritan, solamente se apoyan en sus patas traseras, por lo que el artista ha colocado debajo formaciones rocosas para dar más apoyo a la figura.

Caracteriza a este conjunto el equilibrio de proporciones, tanto de las figuras humanas como de los caballos y la relación entre ambas. Las formas han sido tratadas con verismo en cuanto a anatomía, pero tanto las figuras humanas como los caballos han sido idealizados de acuerdo a conceptos de belleza clásica y de expresión barroca, en que movimiento y tensión otorgan una expresión dramática, resaltando de esta forma el tema.
Roxana Coll ha señalado que Dargenville, un contemporáneo de Coustou, destacó que los domadores representaban a un francés y un americano, siendo el último el que lleva el carcaj con flechas en banderola.

Aunque el tema de la representación de caballos en el arte tiene una rica tradición que se remonta a la Antigüedad Clásica y resurge a partir del Renacimiento, los domadores poseen un importante ejemplo en la “Fuente de las Nereidas” realizada por Lola Mora (inaugurada en 1903), que presenta en la parte inferior el motivo de tres domadores que sujetan por la brida a caballos encabritados.









-Cerro de la Gloria(monumento al ejército de los andes)

El origen del Monumento al ejército de los Andes, emplazado en el Cerro de la Gloria, se encuentra en la Ley Nacional Nº 2.270, dictada en el año 1888, en que se dispuso la suma de $ 100.000, para la "creación en la ciudad de Mendoza de un monumento conmemorativo de la Campaña del Ejército de los Andes". Pero fue recién en febrero de 1909, mediante la Ley Nacio-nal Nº 6.286 de celebración del Centenario de la Revolución de Mayo, cuando se sancionó nuevamente su creación y se nombró una comisión para su ejecución.

Su autor fue el escultor uruguayo Juan Manuel Ferrari (1874-1916), quien había elaborado dos maquetas. Para la propuesta final recogió los aspectos más importantes de ambas, bajo los consejos del perito Francisco Moreno, integrante de la comisión nacional.

Ferrari visitó la provincia para elegir el lugar en el cual sería emplazado el monumento. Con el asesoramiento del Dr. Dionisio Gutiérrez del Castillo recorrió las zonas aledañas del Parque y luego de estudiar detenidamente el Cerro del Pilar exclamó: "Este es mi montículo, ni mandado hacer". El 19 de enero de 1912, aniversario de la partida del ejército de los Andes, se realizó el acto de colocación de la piedra fundamental en la cima del cerro. El 30 de enero de 1913, por decreto del poder ejecutivo se cambió su denominación por “Cerro de la Gloria”.

Todo el conjunto escultórico está realizado en bronce, y la fundición se llevó a cabo en el arsenal de guerra de la Nación. En la realización del monumento Ferrari contó con la colaboración de J. Oliva, V. Garino, Calistri, Guarini y Cerini. El gobierno provincial tuvo a su cargo la nivelación de la cima y apertura de caminos del cerro, y construcción del basamento en piedra cordillerana.
La temática es histórica y con sentido conmemorativo: la exaltación de la Gesta Libertadora. A través de un vasto conjunto escultórico de estatuas y relieves se han relatado los principales momentos de la epopeya, sobre un basamento que simboliza la cordillera de los Andes. El monumento alcanza en su punto más alto 16 metros de altura.

En su frente aparece la estatua ecuestre del General San Martín, acompañado a sus lados por dos grupos de Granaderos a Caballo (de cinco figuras cada uno). Rodeando el basamento en los costados este, sur y oeste, se encuentran tres frisos que narran los hechos más notables en la formación del ejército. En el ubicado al este están representadas las actividades de la maestranza a cargo de fray Luis Beltrán, en el del sur se destacan los donativos de las damas y del pueblo, y en el oeste se aprecia la partida del ejército hacia Chile.

En la parte superior se encuentra representada la caballería en posición de ataque, al toque del clarín. Sobre ésta, se eleva la figura alegórica de la Libertad envuelta en la bandera de la Patria y mostrando las cadenas rotas que simbolizan la Independencia, mientras que a un costado se alza el símbolo de los Andes: un cóndor que alza vuelo. En el basamento están colocados los escudos de Argentina, Chile y Perú.

Fue inaugurado el 12 de febrero de 1914, en el 97° aniversario de la batalla de Chacabuco. El día fue declarado feriado provincial. Los actos se iniciaron a las 8.00 de la mañana con una misa en la rotonda del parque y desfile de tropas. A las 17.00 horas se desarrollaron los actos en el cerro, en que se procedió a descubrir el velo, se depositaron ofrendas florales y placas recordatorias.
Hacia 1940 Daniel Ramos Correas realizó la remodelación del acceso del monumento y le colocó la amplia escalinata adelante y el ofrendatorio con el plaquetario en la explanada anterior a la cumbre.

El monumento, su base y su entorno fueron declarados Patrimonio Cultural de la Provincia de Mendoza por Decreto N° 552 del 13 de abril de 1998.









Vivero













Galeria de fotos en general!

-Caballitos de marly



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-Cerro de la gloria



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-Flores




-Fuente dew los continentes



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-Otoño en el psrque











-Portones del parque




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